Actividad

En el articulo que se adjunta, el prof. Herrera Carranza, miembro de Scriptorium Isidori Hispalensis, pone de manifiesto el conocido como Efecto Tyndall y cómo San Isidoro lo había detectado y lo recoge en Etimologías, libro XIII, Del mundo y sus partes, punto 2 (De los átomos), donde se lee: "Los filósofos denominan átomos a ciertas partes de los cuerpo existentes en el mundo V que son tan extremadamente pequeñas que no son perceptibles a la vista ni admiten Io que se llama tomé, una ulterior fragmentación. De ahí su nombre de átomos. Se dice que, en movimiento ininterrumpido, vuelan en el vacío del mundo, yendo de un lado a otro, como las tenuísimas motas del polvo que se ven flotar en los rayos que penetran por las ventanas".

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Joaquín Herrera Carranza

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